Saltar a la arena de la vulnerabilidad
Tómate un minuto y visualiza una meta muy anhelada que tengas. Materializa ese proyecto, viaje, sueño, emprendimiento o situación que deseas lograr y colócala al extremo de ti, con una cuerda floja dividiéndolos. De un extremo, estás tú con muchas ganas de lograr algo… del otro lado está ese sueño ya cumplido. ¿Qué los divide? Una cuerda floja, para nada segura, llena de traspiés, incertidumbre y retos.
¿Estarías dispuest@ a caminar esa cuerda por lo que anhelas?
En la vida nos han enseñado que hay que arriesgarse por lo que queremos. Pero a la vez, nos inculcan ese pensamiento intrusivo de que el miedo pesa más y a veces es más fácil quedarnos en lo cómodo, en esa zona donde lo que hacemos nos saldrá bien sin muchos cambios o proactividad.
¿Qué pasaría si en lugar de quedarnos sentados en ese sofá cómodo nos alistamos para lanzarnos a una arena de batalla llena de complejidades que nos pondrán a prueba? De seguro verás desde arriba a familiares, amigos y conocidos gritándote que salgas de allí, que es muy complicado y que mejor te vas por lo seguro. Verás también a personas dudar de tu capacidad y dirán que estás intentándolo por gusto. Y la misma arena, llena de desafíos nuevos y sin solución inmediata te harán dudar…
¿Pero qué pasaría si en lugar de prestar atención a todos esos comentarios te dedicas a escucharte a ti y activar la valentía que llevas al mostrarte vulnerable? Por que a diferencia de quienes comentan o tratan de derribarte, tú sí estás en la arena dando todo de ti, ellos no. Y si te quitas la venda que bloquea tus emociones y la valentía de darlo todo, comprenderás que no se trata de alcanzar la meta sin errores o caídas, sino de vivir el proceso sin miedo a lo que pase, tomando todo como un aprendizaje y oportunidad para crecer.
Hoy te invitamos a abrazar tu vulnerabilidad y dar el salto valiente hacia la arena de tus sueños. ¡Con todo!